Nota de edición
Escrito en Julio de 2008. Publico intacto en Septiembre 2009.
En su momento pensé que era muy largo y desordenado para publicarlo. Para los que entienden inglés pueden ver que el tema aún hoy me obsesiona bastante. Muchas de estas ideas ya están cambiando para mí. Otras no. Quería dejar en público y abierto al diálogo este importante estadío de mi caótico aprendizaje.
Les cuento un poco sobre el mío.
-cómo organizo
-qué leo
-cómo leo
Tengo un RSS muy colmado. Más que una selección de lecturas es más bien un mosaico para pulir con frecuencia. Sobre todo porque agrego con facilidad. Debe ser que me suscribo para darle el beneficio de la duda a mucha gente.
Claro que después necesito acceder fácilmente a lo que guardé. Para eso me valgo de carpetas.Las carpetas, me doy cuenta ahora, tienen un sustrato taxonómico muy antiguo, a la manera de orden de enlances en una página estática. Pero así es nuestra mente al principio: ordenamos en un híbrido de mundo análogico yustapuesto al digital.
Mis primeras carpetas hacían honor a la taxonomía por materias y temas. Todo tentativo, claro está, porque los bloggers rara vez se ocupan de un tema solo. Digamos que el rótulo de la carpeta sería la perspectiva de ese blogger en particular. El par de lentes a través de los cuales filtra su realidad y teje redes. Me sirve leerlo desde ahí, desde su contexto.
Me gusta seguir en mi lector a bloggers que escriben en otras lenguas, por ejemplo, francés, italiano y portugués. Como estas lecturas me llevan más tiempo que el inglés o el español, les asigné otra carpeta. Un lugar para abrir con tiempo suficiente para vencer la resistencia a leer más despacio o con la ayuda de diccionarios y traductores.
Algunas carpetas tienen el nombre del país de origen de los blogs. Algo antiguo, sí, pero es importante tener otras perpectivas que vayan más allá de mi contexto de vida. Una red de aprendizaje que apunte a la diversidad del mundo tiene que tener un poco de ese mundo. Me preocupa cuando leo a gente de un sólo continente.
Me suscribo, obviamente, a aquellos bloggers que admiro, sin embargo, sumo también a muchos con los que disiento más de lo que concuerdo. Estos últimos son fundamentales en mis lecturas. No quiero estar en una burbuja donde todos pensamos igual. Leer al que piensa en concordancia me ayuda a articular, a encontrar las palabras para manejar nuevos constructos en mi mente. Siempre es bueno no perder de vista al que se pregunta y cuestiona cosas que uno da por sentado. Tratar de dialogar ahí es donde se ponen a prueba las ideas y la capacidad de expresarlas. Aprender, desaprender... esas cosas. Descubrir las diferencias me inspira.
Es un poco difícil calcular el tiempo que paso en mi RSS. Las lecturas son más fragmentadas, casi como leo una página de resultados de búsqueda en Google para luego elegir qué sitios abrir y fijar la atención.
La cuestión es que no leo para estar informada simplemente. Mi RSS no es un mero diario de noticias. Pretendo hacer lecturas que me inviten a reflexionar y conectarme con aquellos nodos de mi red que esten transitando proyectos similares. El RSS es una puerta al diálogo, al nuevo post, en fin: a la acción, quizás a la colaboración . Porque después de tanta lectura si no hago algo con eso la digestión del feed no se produce.
Me gustaría crear nuevas carpetas o etiquetas que designen lo que yo quiero hacer con mis lecturas. El nombre de mi proyecto.
Nadie tiene privilegios de lectura en mi RSS. Cada post se gana mi atención. O no. La única carpeta que obedece a las reglas de la folksonomía es la carpeta 'bloggers para leer hoy'. No hace falta perder tiempo en decidir abandonar una suscripción (el beneficio de retenerla para búsquedas es tema para otro post). En Google Reader es muy fácil ver si una suscripción está en más de una carpeta. Lo importante es quién se gana el derecho de estar en la carpeta de mis lecturas prioritarias hoy. Una vez terminada esa lectura, el resto lo marco como leído. Tranquila.
No me preocupa para nada si tengo más de 1000 artículos por leer. Jamás se me ocurriría leerlo todo. Ni siquiera si tengo menos de 10 por abrir. Leer es siempre una decisión. Creo que es importante resistir a la ansiedad de la tarea autoimpuesta de leer el RSS. Nunca nos vamos a poner al día con las lecturas. Duele, pero es así.
Si los nuevos medios abren la puerta a la diversidad, no es muy 2.0 quedarse en unas pocas cosas que siempre leo. Hay que cuestionarse un poco la relevancia de esos sitios en el aquí y ahora de mis proyectos. Quizá también estar atento a nuevas voces que signen futuros caminos de aprendizaje. Para esto me suscribo a algunas búsquedas de palabras clave en Technorati.
Esto es justamente lo incómodo. Que no llegamos a una lista definitiva. A partir del momento de lectura hay que reflexionar siempre por qué leo y para qué leo a tal o cual blogger. Incluso decidir si vale la pena leer el post completo (quizá fue escrito para otro lector meta). Y de esa reflexión también pueden surgir nuevos posts. Si nos proponemos un aprendizaje de por vida o de continuo, cada tres o cuatro meses, ¿no habría que preguntarse si uno no se apegó un poco de más a la forma que cobró -o más bien desfiguró- su RSS?
Y ahora pienso qué vería si entrara en tu RSS?
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