Personalmente nunca me gustó estudiar datos de memoria. Quizá por falta de una capacidad privilegiada en ese sentido. Más probablemente, por una cuestión de principios. Lo único que me ha servido estudiar de memoria es algún soneto. Pero eso se compara a aprender canciones, cosa que suele pasar casi sin darnos cuenta. Conservar esa memoria de fragmentos literarios, obra la magia de que surja alguna frase para decorar vivencias propias e iluminarlas en el momento menos pensado. A mí alguna vez me sorprendió un verso de Whitman en medio de un responso y me dije: recién ahora comprendo ese poema.
Digamos que hay excepciones. Hoy, día del maestro en Argentina, me gustaría releer y compartir con la ilusión de recordar mañana -sorprendida o rescatada- estas palabras casi de memoria.
Este es el comienzo de la película Lugares comunes (2002). Empieza hablando de literatura, pero a partir del minuto cinco, el protagonista pronuncia un discurso inolvidable para sus estudiantes. Aquí el fragmento del video y otro más.
"No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, no sirve. Lo que se impone por la fuerza se rechaza y en poco tiempo se borra. Ningún chico será mejor persona por saber de memoria en qué año nació Cervantes. Pónganse como meta hacerlos pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por las respuestas, las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas ya son lugares comunes, pero no pierden vigencia: Qué, cómo, cuándo, dónde, por qué. Si en esto también aceptamos eso de que "la meta es el camino", no nos sirve como respuesta. Describe la tragedia, pero no la explica.
Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha dado pero que yo espero que ustedes, como maestros, se impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad."*
*Guión de Lugares Comunes (c) Adolfo Aristarain y Kathy Saavedra, basado en la novela El renacimiento de Lorenzo F. Aristarain
(c) 2004 Ocho y Medio, Libros de Cine
(c) 2004 Ocho y Medio, Libros de Cine
3 comentarios:
Qué bueno el mensaje que deja a sus alumnos, futuros docentes.
Gracias por compartirlo!
Muchas gracias por compartir! La frase que tuiteó @piscitelli es todo un himno.
Casi merece la pena repetirla otra vez...
"Como maestros, impongasen a sí mismos despertar en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad."
Un post inspirador, felicidades! :)
¡¡¡Gracias por compartirlo!!! ¡Muy inspirador!
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